Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un tapiz https://nicolasgyom078394.buyoutblog.com/38509867/qué-habría-pasado-sin-el-cabezazo-de-zidane